Si continuamos Via Etnea hacia arriba descubriremos El Jardín Bellini, antigua Villa señorial reconvertida en parque público y oasis para el descanso de la vida catanesa. Con la unificación de Italia -tras el paso de Garibaldi en la toma de la isla-, el ayuntamiento adquiere el parque a la familia Paternò Castello para hacer un parque público.
Dispone de 70.942 m² para pasear, desconectar del ajetreo de la urbe, y descansar a la sombra de sus árboles centenarios. Además en sus plazas se realizan manifestaciones musicales y deportivas.
Desde Las dos colinas que forman el parque se pueden tener hermosas vistas del mar, la ciudad y del Monte Etna. La entrada de via Etnea converge en una fuente desde la que se abren caminos laberínticos para perderse por el jardín. El cuidado del parque es excepcional y durante todo el año el verdor hace del Giardino Bellini uno de los espacios de diversidad floral más importantes de toda Italia.