La zona arqueológica de Solunto está formada por las ruinas de la ciudad greco romana, en el monte Catalfamo, sobre el pueblo costero de Porticello, al este de Palermo.
Solunto es menos conocido que Agrigento, Selinunte o Siracusa, pero su enclave construido por los fenicios en el siglo VI a.C. es testimonio de un enclave estratégico importante. Junto a Mozia y Panormus (Palermo), todas ellas citadas por el historiador y militar griego Tucidides, Solunto es el vestigio más importante de los fenicios, los púnicos o también conocidos como Cartagineses, que antes de la derrota contra Roma eran el pueblo más poderoso del Mediterráneo.
Historia de Solunto
Después de que los fenicios la fundaran con el nombre de Selaim (acantilado), la derrota total de los fenicios por parte del poderío romano hizo que la ocuparan.
Dionisio de Siracusa que había atacada Solunto y destruido, procedió después a reconstruirla en un enclave cercano y más protegido como la cima del monte Catafalmo. La planta de la ciudad sigue los esquemas clásicos diseñados por Hipodamo de Mileto, con una forma ortogonal entorno a un decumano mayor (Via del Ágora) y cardus perpendiculares con estrechos pasos alternados pensados para que el agua no origine riadas. La rocosidad del terreno hizo necesario implementar terrazas para las casas de la ciudad que constaban de dos plantas, conectadas por las escaleras.
Aunque las ruinas ya eran conocidas desde el siglo xVI, no fue hasta 1825 cuando por azar se encontraron las estatuas de Zeus e Isis que hoy están en el Museo Arqueológico de Palermo. En 1856 se inician los primeros trabajos serios de excavación pero las acciones más contundentes que permitieron sacar gran parte de Solunto a la luz son de la década de los años 50 y 60 del siglo pasado.
En el siglo II-III d.C. Solunto fue abandonada de forma progresiva y sin tener datos suficientes que permitan conocer los motivos.
Visita a la zona arqueológica
Los restos que se han podido identificar y recuperar para el recorrido de Solunto son el Ágora, el Teatro, y el Odeon donde se llevaban a cabo los espectáculos musicales.
El recorrido por el yacimiento permite comprobar la cantidad de elementos de uso público, como las termas con las diferentes salas de agua caliente, templada y fría, decorados con mosaicos en el fondo.
La Vía del ágora (o decumano mayor) desemboca en el ágora, la gran plaza punto de encuentro de Solunto, rodeada de tiendas, una cisterna pública y otros elementos públicos.
El teatro se excavó sobre la roca, como era habitual en las ciudades griegas, aprovechando el terreno, siendo muy similar al de Segesta. Los romanos lo remodelaron y hoy en día está bastante deteriorado.
Desde Via Ippodamo da Mileto se disfruta de una bella postal de la bahía de Palermo y el Monte Pellegrino.
Algunos edificios notables son la Casa di Leda, con un fascinante fresco que muestra a Zeus en forma de un cisne que seduce a la dama en cuestión, la Villa Romana o el Gymnasium, una residencia patricia, que todavía hoy tiene algunas columnas dóricas formando un peristilo.
En el Antiquarium que funciona como un museo se exponen piezas recuperadas de los trabajos arqueológicos como capiteles dóricos, jónicos y corintios, estatuas de mármol, ánforas, una caríatide del teatro, una pequeña bañera , o una piedra de moler de piedra lávica.
Pero sin desdeñar al patrimonio histórico, una de las mayores atracciones es la simple vista panorámica del mar Tirreno con Capo Zafferano a la izquierda y el pueblo pesquero de Porticello inmediatamente debajo.
Como llegar a Solunto
Desde la vecina Bagheria podemos llegar en coche saliendo por la N113 hacia Porticello, tomando un desvío a la izquierda que sube con dirección a la colina. en Transporte público la estación de tren de Santa Flavia es la opción más cercana (y donde se encontró la necrópolis), si bien luego deberemos caminar una media hora hasta lo alto del monte donde está Solunto.
Mapa de la ubicación de la zona arqueológica de Solunto
