Partanna

Castello Grifeo. El castillo de Partanna con los vestidos típicos del folclore local

Partanna que a veces oculta por la larga sombra del yacimiento arqueológico de Selinunte en la Sicilia Occidental, que se haya a apenas unos kilómetros de la ciudad. Pero la visita a la ciudad y a su zona nos muestra una Sicilia que pocos se esperan, verde y regada de olivos y viñedos.

Su situación entre los ríos Modione y Belice horadan el subsuelo, convirtiéndolo en un espacio de riqueza hidro-geológico de vital importancia.Los canales por donde fluye el agua, llamados aquí Valloni son parte del paisaje.

Partanna se alza como muchas ciudades sicilianas en un promontorio desde donde se domina el territorio circundante, ajena a las razzias que antaño ponían en riesgo la seguridad de su población.

Historia de Partanna

Las excavaciones en la zona de Stretto demuestran que ya hubo asentamientos neolíticos, con una prolífica fabricación cerámica (con piezas expuestas en el Castello Grifeo), grutas y cuevas utilizadas para ritos funerarios. De hecho, el sistema de fosas es tan evolucionado que ha sido objeto de estudio por los arqueólogos, curiosos ante el desarrollo del sistema de canalización del agua, y las fosas de dimensiones de 13 metros de hondo por dos de ancho.

Colonia griega y romana, fue en la época del alto medievo, durante el dominio árabe, cuando cobra relevancia, conocida como Barthamnah. Posteriormente, bajo control normando, la estirpe de los Grifeo, con la figura de Auripione Grifeo, vencedor en la contienda con los árabes en el Valle de Noto, adquiere relevancia. Uno de sus descendientes, Giovanni I Grifeo, a su llegada a Sicilia en el siglo IX fue investido barón de Partanna por Ruggero II. Su crecimiento favoreció la presencia de un castillo, así como otros edificios religiosos como la iglesia — hoy en día inexistente – de Santa Maria di Gesù, el Purgatorio, San Leonardo, la Chiesa di San Nicolò y el convento de los Agustinos o la Iglesia Matriz (1548). De forma progresiva se fueron edificando nuevos centros monásticos como el monasterio benedictino, o el convento de las Carmelitas.

Con el nuevo plan urbano la via dei Vespri se convierte en la calle principal, con el palacio Emanuele, la iglesia de la Addolorata o la de Francesco Paola, frente a la otra arteria, Vittorio Emanuele II, con los palacios señoriales de las familias Pisciotta-Calandra, Todaro-Molinari, Rodi-Napoli, Palermo-Patera. Lamentablemente el terremoto de 1968 destruyó parte de la ciudad, y los patios árabes, uno de los elementos más característicos de Partanna sufrieron grandes daños.

El Monasterio de los Benedictinos alberga el PAM (Prima Archeologia del Mediterraneo), donde arqueólogos de todo el mundo vienen para formarse e investigar. Todos los restos encontrados en las excavaciones se exhibieron inicialmente  en el Museo de la Prehistoria del Basso Belice, en Villa Favara-Lentini, y hoy s epueden ver en el Castillo Grifeo de Partanna. Además de piezas del Paleolítico y Neolítico hay restos de fauna del pleistoceno superior como elefantes, hipopótamos o ciervos. Merece atención especial el Cráneo trepanado, un ejemplo de operación quirúrgica primitiva, que hoy forma parte del Museo Regionale Salinas di Palermo.

La gastronomía local es sabrosa, con aceitunas y aceites muy apreciados, dulces de cítricos, las célebres cebollas de Partanna, de gusto dulce, o el vino Vastedda DOP del Belice; además de los quesos de oveja. No podemos obviar los productos típicos de Navidad como los dulces de almendra, los cannoli y las cassatelle rellenas de ricotta, por no mencionar la pasta alle sarde, los panes decorados de San Giuseppe, y las ensaladas de cebolla que se comen por la fiesta de San Vito.

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