Al sur de Sicilia, entre Agrigento y Gela la ciudad de Licata intenta salir del anonimato del turismo. Parece más pequeño de lo que es, pero su territorio se extiende a ambos lados de la desembocadura del río Salso.
El desarrollo urbano, por momentos excesivo no oculta la belleza de su costa, con pequeñas playas y ensenadas que permiten refrescar los veranos con vientos africanos.
Historia de Licata
Habitada desde la prehistoria, los restos del hipogeo Stagnone Pontillo y de las grutas usadas como necrópolis en el Monte Petrulla, demuestran que ya desde hace miles de años ha sido un asentamiento continuado. En época griega formó una colonia relevante al sur de Sicilia, junto a sus hermanas mayores de Agrigento y Gela. Y las excavaciones de la fortaleza de Falaride se atribuyen a las del tirano local. Los objetos encontrados en eses campañas arqueológicas se pueden visitar en el museo local.
Qué ver en Licata
Junto al mar, Castel Sant’Angelo fue construido sobre la colina en época borbónica hacia el 1640. Durante la invasión de Sicilia por las tropas aliadas fue bombardeado, si bien posteriormente ha sido restaurado para albergar un museo.
La iglesia más importante es la Chiesa Madre, denominada Santa Maria la Nuova, de estilo renacentista y tres naves, y que más adelante recibió una fuerte carga decorativa barroca. En los años 80 del siglo pasado sufrió un terrible incendio, del que afortunadamente ya no hay rastro.
En el centro de la ciudad se alterna arquitectura barroca (por ejemplo los palacios Bosio y Frangipane) con edificios de estilo liberty como el Palazzo della città.
Otras iglesias para visitar durante la ruta por Licata son la Chiesa di Santa Maria La Vetere (la más antigua), o la La Chiesa di Sant’Agostino: famosa sobretodo por la bellísima estatua de la Madonna Addolorata de Licata. En el monasterio cisterciense de Santa María del Soccorso está el Museo Arqueológico della Badia.
Su faro es uno de los más grandes de Europa, con su color blanco se alza en Corso Umberto Argentina, iluminando la costa del Canal de Sicilia.
En la desembocadura del río Salso se ha desarrollado un proyecto de preservación natural con el Observatorio de aves y fauna della Foce del Salso. Y si podemos acercarnos al pueblo de Falconara a unos 12 kilómetros podremos admirar su bello castillo.