Lindi, Gela (Γέλας), Massa Gela, Colonnario (ciudad de las columnas), Eraclea o Heraclea, Terranova y de nuevo Gela. La historia nos enseña en muchas ocasiones como los procesos se repiten de forma circular, y el caso del topónimo de Gela es ejemplar. Tantos nombres para nombrar lo mismo, o mejor dicho para nombrar lo mismo en épocas diferentes.
La gloria griega de Gela no duró mucho, prácticamente desde su fundación como colonia dórica en el 689 a.C. hasta su destrucción terrible en el 288 a.C., pero la impronta, invisible en ocasiones, nos llega por muchas e inesperadas vías. La primera es el topónimo griego, que bebe a su vez del indígena, puesto que Gela era el río al este de la ciudad, cuyo significado es «gélido».
Después de tantos nombre, fueron curiosamente los fascistas, orgullosos del otrora poderío sobre el Mediterráneo, los que recuperaron el nombre.
Sin embargo fueron antes los normandos los que la reconstruyeron -llamándola Terranova-, tras siglos de ruinas, en el 1223, durante el control de Federico II de Suevia.
El hecho de que hoy en día Gela sea la sexta ciudad más poblada de Sicilia, por delante de capitales de provincia como Trápani, Agrigento o Ragusa, tiene su explicación en el gran desarrolo demográfico de la segunda mitad del siglo pasado, a su vez generado por el descubrimiento de yacimientos petrolíferos y la construcción de las plantas petroquímicas que como rascacielos industriales «ensucian» o «personalizan» según se mire, el paisaje de Gela.
El casco histórico de Gela, si bien ha sido víctima directa del caos urbanístico, fruto de la expansión desmesurada de la ciudad, conserva interesantes edificios y testimonios arquitectónicos de gran atractivo.
Que ver en Gela
Gela colonia griega
Gela es para los estudiosos de la antigua Grecia, una de esas referencias ineludibles para explicar la expansión de las colonias por el Mediterráneo, máxime si atendemos a la importancia política y económica que adquirió. Fundadora de Akragas, la actual Agrigento, cualquier obra pública en el suelo de Gela significa, antes de iniciarla, la certidumbre de que aparecerán restos de tiempos pasados.
En época medieval, con la reedificación de la ciudad bautizada entonces com Terranova, numerosos templos fueron destruidos o sus piedras reutilizadas, pasando de ser parte de las fortificaciones griegas a muros de nuevos edificios.
Ya el el siglo XVIII los «expoliadores» compraban parcelas de tierra a bajo precio, para luego excavar clandestinamente el subsuelo y sacar a la luz todo tipo de restos que luego eran vendidos a coleccionistas o museos de otros países. Gracias a la labor del célebre antropólogo Paolo Orsi, en el siglo XIX se puso fin al saqueo mediante una excavación sistemática y prolongada que permitió conservar para los sicilianos algunas piezas hoy célebres para los arquitectos de todo el mundo.
La acrópolis de Gela donde se ubicaba la ciudad reposaba sobre una colina desde donde se dominaba la fértil planicie regada por las aguas del rio Gela, navegable por las embarcaciones griegas. En la parte oriental se enclavaba la necrópolis.
Hoy en día se pueden visitar tres áreas Capo Soprano, la Acrópolis y Bosco Littorio. Cerca de la primera, se conserva el mejor ejemplo de arquitectura militar griega, las fortificaciones Mura Timoleontee (Muros de Timoleonte). Parte visible de los 400 metros de muro son la base de una torre de vigilancia, la escaleras de acceso al corredor de ronda de vigilancia, el sistema de drenaje de la lluvia y los contrafuertes de uno de los flancos. Los muros defensivos estaban formados por enormes bloques cuadrados de piedra arenosa, confeccionados compactando arcilla secada al sol. Actualmente, desde 2009 se han protegido para evitar su erosión.
Cerca del parque arqueológico, justo detrás del hospital Vittorio Emanuele se encuentran los restos de las termas helenísticas (siglo IV a.C.), el complejo termal más antiguo en Italia, formado por un sofisticado sistema de calentamiento subterráneo que calentaba más de cuarenta tanques. Es probable que fuesen destruidas en el incendio del 282 a.C.
En la otra parte de la ciudad, en el pueblo de Mulino a Vento, y adyacente al Museo Arqueológico aparecen las excavaciones de la Acrópolis Antigua, con un entramado urbano de casas, locales comerciales, muros y la red viaria de tránsito. Al norte de la acrópolis se alargaba la zona sagrada de la que sólo podemos distinguir ahora los cimientos de tres templos. Del más amplio, el Athenaion, queda en pié una columna de estilo dórico de unos ocho metros de altura. Al sur, el interior del pueblo de Bosco Littorio estaba la zona portuaria y la parte más antigua del yacimiento, de carácter eminentemente comercial.
Visita al Museo Arqueológico Regional de Gela
El Museo Archeologico regionale di Gela nació como tal en los años 50 como medio para poner fin al trasvase de piezas hacia otros museos de Sicilia como Palermo, Agrigento o Siracusa.
El museo se divide en dos plantas que avanzan cronologicamente desde época protohistórica hasta la griega y romana, mostrando piezas de diversa índole, desde cerámicas y monedas, altares y otros utensilios hallados en las excavaciones. Las salas se dividen a su vez en secciones:
Sección I: la storia, la preistoria, l’acropoli, l’Emporio, la Nave
Sección II Heraion, la ciudad entre los siglos IV y el III a.C.
Sección III Hornos y Epigrafía
Sección VIII Las necrópolis griegas, la Colección Navarra, la Colección Nocera
Sección IV Sala de las ánforas
Sección V i Santuarios extraurbanos.
Sección VI De la Prehistoria a la edad griega.
Sección VII De la edad romana a la edad media.
Información Museo
Corso Vittorio Emanuele,
Precio: completo: 4,00 € – reducido 2,00 €
Horario: Todos los días de 9:00 a 18:30
El estilo liberty (modernista) de Gela
La vieja Gela se vistió de «modernista» con la proliferación de palacios que eran decorados siguiendo los preceptos del estilo liberty o floreal. Hasta los años 70 del pasado siglo, las principales calles y plazas de Gela escenificaron este auge, en parte gracias a la obra del arquitecto Giuseppe Di Bartolo. La remodelación de edificios señoriales, como los palacios Rosso, en via Bresmes , Palazzo Giusto Nocera, la piazza Umberto I, Tedeschi, De Maria, Palazzo Presti, Damaggio, o el Palazzo Ventura, todos ellos en el corso Vittorio Emanuele, entre otros muchos, fueron embellecidos con las líneas sugestivas del estilo modernista italiano, buscando crear un eje estético común en el centro de Gela.
Alrededores de Gela
La visita a Gela se puede acompañar de otros monumentos destacados en su entorno, como la torre di Mànfria, en la homónima población, una zona balnearia a apenas ocho km de Gela, y muy apreciada por su litoral y su playa de dunas, donde es habitual ver prácticar surf, vela y pesca submarina.
La torre de avistamiento se alzó en el siglo XVI, y su remodelación un siglo después fue proyectada por el arquitecto florentino Camillo Camilliani. Su estratégica posición permite dominar todo el golfo de la ciudad de Gela, y en su día alertaba de los ataques berberiscos encendiendo fuego. Según la leyenda, el gigante Manfredino custodiaba un tesoro escondido de monedas griegas y romanas.
Si optamos por la carretera que va desde Gela a Catania percibiremos sobre una colina, la efigie del Castelluccio di Gela,, un castillo de planta rectangular y muras gruesos del siglo XII que durante la segunda guerra mundial fue el último punto de avance en la batalla de Gela, en julio de 1943, durante el desembarco aliado en Sicilia. Muy cerca de Castelluccio, en el barrio de Grotticelle hallamos dos monumentos de especial interés.: la presa delle Grotticelle (siglo XVI ), cuyos contrafuertes relfejan el grado de desarrolo de la primera obra de ingeniería hidráulica de Sicilia; y las catacumbas paleocristianas, con tumbas excavadas en la piedra.
Fiestas, tradición y folclore en Gela
Gela es un buen lugar para conocer a fondo la mezcla resultante de una suma de manifestaciones rituales, religiosas y sociales que ha conglomerado la fiestas que hoy vemos. Basta decir que una de ellas, la de la Madonna di Betlemme, reproduce con los arquetipos cristianos, el culto de las diosas Kore y Demeter de la época griega.
Con el permiso de la Semana Santa, la fiesta de la Madonna delle Grazie es la fiesta religiosas más celebrada en Gela. En la procesión, los devotos recorren la ciudad con los pies desnudos. Los grandes cirios cargados por los fieles impresionan como los de la Fiesta de Santa Agata en Catania.
Durante la Semana Santa, el típico canto dialectal conocido como “u lamentu”, donde las plañideras siguen el via Crucis al ritmo del tambor y los fieles en procesión.
Otra delas fiestas significativas es la de la Madonna d’Alemanna, la virgen patronal de Gela, el 8 de septiembre, ligada al encuentro de un campesino de una tabla bizantina con una representación de la virgen, en el pueblo de Aldisio donde se construyó un santuario. Además de los eventos religiosos se realizan pruebas deportivas, actos musicales, mercados en el mar, concursos artísticos y fotográficos, y como no la cucaña.
Otras dos fiestas remarcables son San José, San Giuseppe, que se celebra dos veces, el 19 de marzo y el primer domingo de mayo. Durante la primera se lleva a cabo un rito curioso puesto que tres personas pobres o necesitadas son invitadas por las familias devotas que organizan un banquete donde son invitadas (y acuden con túnicas y guirnaldas de flores en la cabeza) por «U patriarca».
La segunda es conocida como «U iocu do iaddruzzu», o de la pentolaccia (la piñata), un juego divertido donde se trata de romper la piñata con un bastón mientras es balanceada.
Hoteles en Gela