Cava de Ispica es una arqueológica ubicada en valle que recorre trece kilómetros hasta el mar, excavada en la roca caliza. El término “cava” está unido a la particular y sugestiva conformación del territorio ibleo, caracterizado por muchos cañones profundos, algunos con paredes verticales
La Cava de Ispica es un lugar muy interesante para el estudio de la evolución de los primeros asentamientos humanos. Se conservan testimonios del período neolítico, griego, bizantino, cristiano y medieval.
Abundan las necrópolis bizantinas y sículas, y las catacumbas cristianas. Esta “ciudad de las cuevas” se compone de tres partes: la parte nordeste, cerca del Molino Cavallo; la parte sureste, lugar rupestre de la antigua Spaccaforno (antiguo nombre de Ispica); la parte mediana entre el convento de S.Alessandra y el valle de Lavinario. Empezamos nuestra visita en el norte, en la comarca Baravitalla, donde se supone que hubo un antiguo pueblo. Interesante es la necrópolis del pueblo con numerosas tumbas.
Rodeada de prados encontramos la Gruta de los Santos (“u rutti e Santi”) de edad cristiano-bizantina. También es visitable es la Iglesia de S.Pancrati (Sammaracati) y en la zona subyacente la Gruta de la Señora (“u rutti a Signura”). Continuando es posible visitar otras grutas como la de S.Nicola y de S.María, ricas de pinturas rupestres bizantinas.
Particularmente curioso es el grupo de catacumbas del V siglo llamado Larderia. El Parque de Forza, hacia el lado sur de la cava, es un conjunto rupestre muy interesante, rico de monumentos cuales el Palacio Marchionale, la cercana Iglesia de la Anunciada y, en el lado este, las ruinas de un Castillo. En posición escenográfica, éste fue construido como castillo defensivo, luego ampliado y enriquecido de almenajes.