Construido sobre un proyecto del arquitecto militar Ricardo de Lentini, originalmente sobre una colina que se levantaba sobre el mar, al sur del puerto de Catania. El castillo comenzó a construirse a finales de 1239 y comienzos del 1240 y fue concluido en el 1250, por orden de Federico II para defender la ciudad de los asaltos navales. (el origen de su nombre aunque genera controversia parece que deriva del latino Castrum sinus = castillo sobre el mar o bien relacionado con “vir consularis Flavius Arsinius”, que gobernó Sicilia antes del 359 d.C y promueve la restauración del ninfeo de Catania). Su construcción significó la imposición de nuevas cargas fiscales que produjeron una revuelta entre los cataneses.
Durante la conquista aragonesa y el mandato de los Virreyes se convierte en residencia real, celebrándose el primer Parlamento Siciliano en sus estancias.
Ocasionalmente fue utilizado como cárcel en el siglo XVI (todavía se conservan grafitis de los presos) y cuartel para alojar a la guarnición de Vittorio amadeo II a finales del XVII y con Fernando II en el XVIII, y en 1934 ya en época fascista es restaurado por el Comune de Catania que lo adquiere, convirtiéndose en sede de manifestaciones culturales y exposiciones arqueológicas de época medieval y moderna.
En 1988 se inicia un infinito proceso de restauración con el objeto de recuperar el castillo como espacio cultural para Catania.
El edificio tiene una estructura de planta rigurosamente geométrica, típica de los castillos de la época de Federico II; la planta, que se rehace a ejemplos árabes de la época omàyyade, es cuadrada con cuatro cuerpos de fábrica regulares dispuestos entorno al patio central. A los ángulos del castillo están colocadas cuatro torres cilíndricas; además dos semitorres medianas, siempre cilíndricas, están puestas a dos lados, mientras inicialmente las semitorres eran cuatro. Las ventanas eran pequeñas y alfeizadas para no ofrecer entradas al enemigo, sobre el lado septentrional faltan del todo porque era el mas expuesto a los asaltos.
La erupción de 1669 llenó el foso y colmó parte del puerto alejando así el castillo del mar un centenar de metros.
El aspecto actual del castillo data de la restauración efectuada en los años treinta.
La fachada que se conserva mejor es la norte en la que son visibles las marcas dejadas por los maestros judíos, cristianos y árabes que dejaban su marca de gremio con símbolos de su fe religiosa. En el exterior en e lado este, encima de un ventanal se intuye una estrella esculpida con cinco puntas sobre piedra blanca y negra, de significado cabalístico.
Actualmente es la sede del Museo Comunal. Se conservan 8043 piezas entre el repertorio arqueológico, con epígrafes, monedas, esculturas, pinturas, columnas, sarcófagos griegos, mosaicos, que son resultado de las excavaciones realizadas en toda la provincia.