A medio camino ente las aventuras y desventuras de los personajes de El Quijote, y de los alocados Monty Pyton en la Vida de Brian, Andrea Camilleri nos brinda en El Rey Campesino de nuevo una novela sublime. De forma póstuma, nos llega a España, gracias a la colección de mano de Ediciones Destino y la colección Áncora & Delfín un grato homenaje para poner en relieve la aportación literaria del maestro siciliano.
Pocos como él son capaces de crear universos literarios tan creíbles, en los que cuesta discernir lo real e histórico de lo absurdo y onírico. Hilarante por momentos, con sustanciales cargas de paradojas extrapolables a la vida misma -entre ellas las casi proféticas alusiones a la Peste en la Edad Media y el comportamiento humano- El Rey campesino se muestra como casi todo lo que salía de la cabeza de Camilleri, un bien necesario. La lectura del libro nos hace viajar con la imaginación – al menos eso no los puede quitar nadie- a la ya conocida por sus lectores, región de Montelusa y poblaciones como Vigata, donde acaecen la historia de Michele Zosimo.
Ya quisiera Ken Follet -sin quitar mérito al escritor británico- tener la capacidad para hacer tan reales los personajes de El Rey Campesino, como los muestra Camilleri. Lejos de hacer hincapié en una no siempre necesaria escenificación donde el fondo prima sobre el primer plano, el escritor siciliano muestra desnudos a los personajes, con sus miserias y sus virtudes, las mismas que evidencian que el ser humano parece no haber evolucionado en cuatro siglos. Si usurpamos los ropajes y hábitos de los personajes, podemos ver al desnudo el exceso de celo, de drama y de actuación que el teatro de la vida en el siglo XXI ha sacado de nuevo del ropero.
En la novela encontramos la Sicilia de finales del XVII y principios del XVIII. Una Sicilia integrada en la corona española, y con un virrey gobernando en la isla más grande del Mediterráneo. Tras I Vespri (las Vísperas sicilianas en la que los españoles «ayudaron» a la población local tras sublevarse contra los franceses), el gobierno de la isla bajo la monarquía aragonesa sirvió para poco más que seguir exprimiendo el jugo de una isla con unas posibilidades económicas cuantiosas. Quizá por ello el recuerdo de el dominio español no sea muy grato, ya que solo las élites locales, aristócratas y clero sacaron jugosa tajada.
La inspiración para escribir la novela le vino a Camilleri a partir de la lectura e investigación sobre una rebelión contra el ejército piamontés que desembocó en la autoproclamación de un campesino como Rey de Agrigento -de hecho el título original es el Rey de Agrigento-, la población junto al Valle de los Templos. Como siempre la realidad supera la ficción, y ésta monarquía apenas duró seis días. Camilleri la adoptó, la interpretó y nos dejó para la posteridad un relato que como si de una fábula infantil se tratase, esconde reflexiones que nos deberían llevar a frenar el ritmo cotidiano y analizar lo que nos rodea desde una perspectiva menos digital.
El Rey Campesino fue escrito en siciliano y ya está en librerías y en formato ebook para seguir disfrutando del gran maestro Andrea Camilleri, creador del querido Comisario Montalbano.
