Lípari es la isla más grande y paralelamente la más poblada. Capital de las Eolias, Lípari ofrece al viajero que llega en barco, la visión de su acrópolis amurallada, presidida por la catedral con una ensenada a cada lado.
Ya 4000 años a.C. los hombres del neolítico poblaron Lípari atraídos por las canteras de obsidiana que permitían armar las lanzas y construir buriles antes de que los metales hicieran aparición. Posteriormente, los griegos provenientes de Rodas se asentaron en la isla hacia el 580 a.C fundando Lipara, amurallando la ciudad. Los romanos no menospreciaron la importancia del asentamiento, y ya en la Edad Media, los normandos erigieron la catedral de San Bartolomé.
En 1544 los turcos comandados por Barbarroja arrasaron Lípari, siendo reconstruida con su actual vasto murallón defensivo por los españoles.
Qué ver en Lípari
Además de las atracciones marinas comunes al resto de las islas Eolias, Lípari posee las peculiares canteras de obsidiana y pomez. Estas últimas han sido hasta su reciente cierre, una de las más importantes a nivel mundial.
La ciudad se compone de dos ensenadas conocidas como Marina Larga y Marina Corta, en medio de ellas se alza la acrópolis. Sobre el mismo promontorio que divide las dos Marinas el recinto amurallado contiene también la catedral y el castillo. De la primigenia catedral normanda de Lípari poco queda tras la destrucción del ataque de Barbarroja y la posterior reconstrucción a finales del siglo XVI.
La catedral de Lípari, San Bartolomeo fue construida en 1080 por el rey normando Roger I, en honor al patrono de la isla, y reconstruida varias veces después de las destrucciones. El aspecto actual es el del siglo XVIII. Entre las muchas obras, en su interior, se destaca la estatua de plata de San Bartolomeo, sobre el altar, y una hermosa tabla de comienzos del siglo XVII, la Madonna del Rosario. Destacable es el claustro normando, adosado a la iglesia y recuperado mediante un paciente trabajo de restauración.
La iglesia Addolarata de origen medieval y adornada con altares barrocos de madera tallada y la iglesia Immacolata de mediados del XVIII con frescos barrocos, completan la explendida explanada del promontorio de Lípari donde desde 1950 se llevan a cabo continuas excavaciones que ilustran el complejo panel de civilizaciones que ha regado el Mediterraneo.
Los abundantes hallazgos se exponen en el Museo Arqueológico Eoliano en las inmediaciones de la catedral. No en balde custodia una de las más grandes colecciones arqueológicas de Italia. El Museo Arqueológico Eoliano está ubicado en varios edificios, todos en la fortaleza y subdividido en cinco secciones, que ilustran la milenaria historia del archipiélago Eoliano. Desde la prehistoria a la época romana, con una sección especial sobre el estudio de los volcanes. Entre las muchas piezas fuertes del museo se encuentra una rica colección de terracotas y modelos de máscaras de la comedia griega.
Afuera del museo, se puede visitar el parque arqueológico de Contrada Diana, que alberga numerosos sarcófagos y tumbas greco-romanas (siglos IV-II a.C.).
Si miramos hacia el sur contemplaremos una de las panorámicas más fotografiadas de Sicilia. Marina Corta conserva el enclave portuario casi intacto, con casas bajas de marineros de principios de siglo XX. en el puerto atracan los aliscafos que comunican Lípari con el resto de islas y la Sicilia peninsular.
Via Garibaldi rodea la fortaleza, escondiendo rincones con tiendas de cerámica típica, alcaparras y vino malvasía de Salina.
Lipari Playas Y Excursiones
Vale la pena no perderse la vuelta completa de la isla por la carretera panorámica (26 Km); bien en coche, en moto o en bicicleta. Todos ellos se pueden alquilar en los diferentes negocios del puerto de Lípari. Las carreteras son estrechas y la conducción temeraria a veces de los propios residentes (más acostumbrados que los turistas a sus curvas) invita a la precaución.
También existe la posibilidad de usar el autobús que cada día conectan Lípari a las playas más hermosas: Canneto, Porticello y Acquacalda. No nos despistemos con los horarios o sólo nos quedará caminar por las cuestas de Lípari.
Otra opción es contratar los servicios de alguna de las numerosas empresas de excursiones en barco por todas las Eolias que se ofrecen hasta la saciedad. Busque, compare, y quédese con la que mayor rebaja le haga, y mejores condiciones estipule. En ocasiones merece la pena pagar algo más a cambio de que no nos hagan un auténtico rally en barco sin que nos dé apenas tiempo de fotografiar los puntos más bellos.
En la costa noreste de Lípari entre Capo Rosso y Porticello se hallan las cavas de piedra pómez y obsidiana. A lo largo de la carretera la costa se vuelve literalmente blanca, y se ven aún los viejos muelles utilizados para cargar en las naves el mineral extraído.
La piedra pómez caracteriza el paisaje de dos bellísimas playas, la de Papesca, donde existen aún los restos de las infraestructuras mineras, y la playa Blanca (Spiagga Bianca), al norte de Canneto, una espectacular extensión de piedra pómez que termina en un mar turquesa. Prosiguiendo hacia Acquacalda, la carretera corta los ríos magmáticos provenientes de las Rocche Rosse. Le aconsejamos adentrarse a pie en este impresionante paisaje hecho de conglomerados de lava con perfiles abruptos y tortuosos.
Cerca del pueblo de Quattropani un camino conduce a las antiguas minas de caolín (Cave di Caolino). Este es uno de los lugares más hermosos y menos visitados de Lípari, con sus fumarolas aún activas.
La última localidad antes de regresar a Lípari es Pianoconte, desde donde la vista de los faragliones del mirador de Quattrocchi resume el porque Las Eolias son un paisaje de postal continuo.
Un pequeño desvío acaba en las Termas de San Calógero, un balneario restaurado que aprovecha las aguas termales para el tratamiento de enfermedades y patologías diversas. La aparición de un Tholos Micénico datado en el XIV a.C., único en su especie fuera de Grecia consolida la idea de un floreciente comercio con la Magna Grecia.
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Hoteles y alojamiento para dormir en Lípari
Las opciones de alojamiento en Lípari son de las más variadas de las islas Eolias. Algunos de los hoteles más recomendables son el Hotel Mea, Villa Enrica y Amarea en la población de Canneto.
Cómo llegar a la isla de Lípari
Existen servicios de ferry desde Milazzo hasta Lípari: